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¿Se debe de revisar a cualquier niño aunque no le notemos nada?
Sí, todo niño debe de ser explorado hacia los 3 años, siempre antes de los cuatro años, ya que de existir una ambliopía grave, el pronóstico de recuperación es muchísimo mejor antes de esa edad.
Debemos de descartar no sólo algún problema que pueda existir en ese momento y que haya pasado desapercibido para los padres, sino también conocer si existen factores predisponentes que puedan afectar al desarrollo visual y que nos obliguen a controlar al niño más de cerca.
Existen alteraciones como las anisometropías, lo que significa diferencia de graduación entre ambos ojos, que pueden desencadenar una ambliopía (ojo vago), y que son fácilmente tratables si lo detectamos a tiempo. Por eso es tan importante que todos los niños se revisen a esa edad.
Con mayor razón en aquellas familias en las que tienen antecedentes de ambliopía o de patologías con mayor riesgo de padecerlas.
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¿Qué es un ojo vago o ambliope?
El ojo vago es una alteración en la maduración de la visión que consiste en la falta de desarrollo o pérdida parcial, o total de la visión del ojo, siendo generalmente monocular. Se trata de un ojo que no ha aprendido a ver, y si no se le enseña antes de los 8 años la enfermedad no tiene tratamiento, dado que el sistema visual madura a esa edad.
En algunas ocasiones puede ser de ambos ojos como en los grandes defectos de refracción, hipermetropías, miopías o astigmatismos importantes o en los nistagmus. La ambliopía puede deberse también a estrabismos que en muchas ocasiones son tan pequeños que no son estéticamente apreciables, por lo que les pueden pasar inadvertidos a la familia. Cualquiera de estos defectos debe de ser descartado, y si fuera necesario tratado, por un especialista.
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¿El niño no se queja si no ve bien?
No, al menos no en la edad en la que se desarrolla la agudeza visual, para cuando un niño advierte que no ve es demasiado tarde. Tampoco los niños con muy malas visiones bilaterales protestan ya que no tienen comparación, nunca han visto mejor.
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¿Cómo se trata la ambliopía?
La oclusión no es el único tratamiento para la ambliopía, aunque puede ser necesario usarla en algunos casos y en el inicio del tratamiento de la ambliopía profunda, pero existen alternativas como las penalizaciones totales y de lejos así como la laca de uñas, que son muy útiles y mucho más llevadero en la mayoría de los casos.
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¿Cómo se desarrolla la visión?
Un niño cuando nace es prácticamente ciego y va desarrollando la agudeza visual según va “utilizando los ojos”. El estímulo para desarrollar la visión es una imagen enfocada, por lo que deberemos de corregir aquellos defectos de refracción que impidan dicho enfoque. El cerebro además sólo es capaz de mandar una única orden de enfoque, que se enviará a ambos ojos por igual, y si el defecto refractivo no es igual en ambos ojos, se puede producir un enfoque insuficiente en uno de ellos, lo que puede provocar una ambliopía.
Cuando un paciente presenta un estrabismo puede tener un ojo dominante o preferente, y que este ojo se desarrolle bien, no sucediendo lo mismo en el ojo contralateral.
En los cuatro primeros años se desarrolla el 50% de la visión de un adulto por lo que este periodo es el más importante, ya que la plasticidad cerebral es muy grande, lo que hace que las alteraciones del desarrollo sean mas graves. La mayoría de los niños alcanzan hacia los 8 años el 100% de agudeza visual.
Decimos que existe una barrera a los 4 años que determina la posibilidad de recuperación de una ambliopía, antes de los 4 años el 95% lo consiguen, pero a partir de esa edad disminuye rápidamente el porcentaje de éxito en la recuperación. Por esto es importante tratar una ambliopía lo antes posible.
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¿Cuál es el momento idóneo para la primera revisión?
El momento idóneo sería hacia los tres años, sino le notamos ningún signo como un nistagmus, estrabismo, tortícolis, que se acerque mucho a los objetos, que guiñe un ojo…
Sin embargo debemos de consultar a un oftalmólogo infantil en cuanto observemos cualquier probable alteración. Nunca es demasiado pronto para comprobar si existe alguna patología, siempre que el personal esté cualificado y acostumbrado a tratar con niños.
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¿Se le puede tomar la visión a un niño que no habla?
Sí, existen pruebas especiales que nos permiten conocer si la visión de un niño, incluso en niños pequeños o que por problemas de desarrollo psicomotor tengan dificultades en el habla. El test de la preferencia visual no es un método exacto, pero nos permite conocer la visión de cada ojo, y no sólo compararla entre ambos ojos, sino también en diferentes consultas.
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¿Se le puede graduar a un niño pequeño, incluso menor de un año?
Si, aunque no mucha gente es capaz de hacerlo, se requiere mucha experiencia y paciencia ya que lo debemos de hacer con el retinoscopio de franja y sobre el fondo de ojo, además los niños pequeños lloran en algunas ocasiones lo que dificulta aún más la exploración.
En los niños con defectos importantes de graduación como miopías congénitas, hipermetropías altas, anisotropías y en los niños operados de cataratas congénitas es imprescindible una graduación precisa y prescripción adecuada lo que permitirá el desarrollo correcto de la visión de ambos ojos.